Título: ¿Qué es la verdad según Jesús?
Tema: El reino de los cielos y el reinado de Jesús
Texto: Juan 18:28-19:16
El arresto y juicio de Jesús nos muestra a un Dios que se hizo hombre para decirnos que existe un lugar celestial y que Él es Rey (allá y que lo será aquí), por eso cuándo alguien te pregunte ¿quién ha venido para decir qué hay allá?, ya tienes la respuesta: Jesús.
CONTEXTUALIZACIÓN
El arresto de Jesús según Juan 18:1-11, se dio cuando estaba con sus discípulos en el huerto de Getsemaní (para orar, lea Mateo 26:36-46), huerto ubicado al oriente de Jerusalén y al pie del Monte de los Olivos. Hasta allí llegaron Judas (quien negoció a Jesús, lea Mateo 26:14-16), una compañía de soldados y de alguaciles de los jefes de los sacerdotes y de los fariseos, quienes llegaron armados. Jesús se entregó y constatando que iban solo por Él, pidió que dejaran ir a los discípulos. Fue el episodio donde Pedro le cortó la oreja a Malco y Jesús le sanó y le dijo que su arresto debía ocurrir, utilizando la expresión “la copa que mi Padre me ha dado ¿no la he de beber?”, algo que Jesús ya le había dicho en otro momento con la expresión “!Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo…” (Lea Mateo 16:21-28) indicando que Él debía morir.
Posteriormente, según Juan 18:12-18, Jesús fue llevado a la casa de Anás (que había sido sumo sacerdote entre el 6 y 15 d.C.), quien era el suegro del sumo sacerdote actual, Caifás (sumo sacerdote entre el 18 y el 36 d.C.). Caifás fue el que aconsejó a los judíos que convenía que un solo hombre muriese por el pueblo. Fue allí donde alguien conocido del sumo sacerdote hizo entrar a Pedro y donde la criada le preguntó si era uno de los discípulos de Jesús y él lo negó por 1ra. vez.
Seguidamente Jesús fue interrogado por Anás, según Juan 18:19-27, quien le preguntó por sus discípulos y por su doctrina, a lo que Él le respondió que había hablado públicamente en la sinagoga y en el templo, que preguntara a quienes lo escucharon. Jesús entonces fue llevado donde el sumo sacerdote Caifás (allí habían planeado su captura, lea Mateo 26:3-4). Allí también los sacerdotes, los ancianos y todo el concilio prepararon falsos testigos y donde Jesús les confirmó que era el Hijo de Dios, lea Mateo 26:57-68). Paralelamente afuera un familiar de Malco reconoció a Pedro y le preguntó si era discípulo de Jesús y él lo negó la 2da. y 3ra. vez (cumpliéndose Juan 13:36-38).
1. JESÚS ANTE PILATO (JUAN 18:28-19:16)
Juan 18:28-32. Luego del interrogatorio de Anás y de ser llevado donde Caifás, Jesús fue llevado donde Poncio Pilato (gobernador romano entre el 26 y 36 d.C.), quien preguntó a los judíos cuál era la acusación sobre Jesús y quizás al ver que no era grave les dijo que lo juzgaran con sus normas, a lo que respondieron que no les era permitido matarlo (cumpliéndose lo que Jesús dijo de cómo moriría, es decir, crucificado y no apedreado, lea Juan 12:32-33).
Juan 18:33-38. El interrogatorio de Pilato comenzó con la pregunta “¿eres tú el Rey de los judíos?”, a lo que Jesús respondió con la expresión “Mi reino no es de este mundo”, diciendo así que sí era Rey, pero de otro lugar, además le dijo que para reinar había nacido y agregó que había venido de allá “para dar testimonio a la verdad” (o de la existencia de dicho reino y de que Él era Rey), frente a lo cual Pilato le preguntó "¿Qué es la verdad?", para luego dar el resultado de su interrogatorio, donde dijo por 1ra. vez a la multitud que no hallaba delito en Jesús.
Aprovechando Pilato que escuchó que Jesús era Galileo (lea Lucas 23:6-12), envió a Jesús donde Herodes (quien por esos días igual que Pilato estaba en Jerusalén, probablemente para evitar una revuelta porque había mucha gente por las fiestas, lea Lucas 23:7), el cual se alegró de ver a Jesús por todo lo que había escuchado de Él, entonces le hizo muchas preguntas y Él no le respondió, por lo que le despreció, se burló de él y le hizo poner un manto lujoso.
Juan 18:39-19:8. A su regreso, Pilato intentó liberar a Jesús apelando a la costumbre anual de liberar un preso (también porque sabía que había sido por envidia que lo habían entregado, lea Marcos 15:9-10), pero la multitud pidió que libraran a Barrabás (arrestado por rebelión y homicidio, lea Lucas 23:19), por lo cual hizo azotar a Jesús y los soldados le pusieron una corona, pero de espinas, un manto y lo abofetearon. Luego Pilato lo presentó nuevamente expresando por 2da. vez que no hallaba delito en Él, pero la multitud pidió crucificarlo y él temiendo una insurrección contra Roma (y satisfaciendo al pueblo, lea Marcos 15:15), les dijo que lo crucificaran ellos y les repitió por 3ra. vez que no hallaba delito en Él, entonces le dijeron que había dicho que era el Hijo de Dios y entonces Pilato tuvo más miedo (quizá porque su esposa le había enviado a decir que había tenido sueños y que no hiciera nada contra alguien justo, lea Mateo 27:19).
Juan 19:9-13. Pilato retomó el interrogatorio y le preguntó a Jesús ¿de dónde eres tú? y Jesús no le respondió, fue cuando le recordó que tenía el poder para liberarlo y Jesús le dijo que no lo tendría si no se lo permitieran desde el cielo, entonces Pilato intentó liberarlo y los judíos lo presionaron diciendo que si lo hacía estaba en contra del César, porque Jesús había dicho que era Rey.
Juan 19:14-16. Finalmente, Pilato les presentó nuevamente a Jesús y les dijo (como para hacerles ver su exageración), “¡He aquí vuestro Rey!” y “¿A vuestro Rey he de crucificar?”, pero ellos pidieron nuevamente que lo crucificaran, entonces se los entregó y se lo llevaron para ser crucificado y muerto, lea Juan 19:17-30.
2. ¿QUÉ ES LA VERDAD SEGÚN JESÚS?
Aunque los principales de los sacerdotes le preguntaron a Jesús si era el Hijo de Dios y Él les respondió que sí, igualmente, aunque Pilato le preguntó si era Rey y Él le dijo que sí, en ambos casos ellos no pudieron ver más allá de la lógica humana cuál era la verdad, pues para ello necesitaban la revelación dada por Dios, es decir, que Él les quitara el velo que ocultaba dicha verdad. Pero, ¿qué es la verdad?, la verdad que Jesús vino a testificar es que:
Juan18:36. Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí. Verdad 1: Dios reina en la eternidad (allí decidió tener un nuevo habitante para su Reino).
Génesis 1:1-2:3. Verdad 2: Dios vino a crear al nuevo habitante para su Reino, al hombre (y creó el universo para que viviera allí y pudiera tener la oportunidad de obedecerle y así entrar al milenio y a la eternidad).
Juan 18: 37b. …y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz. Verdad 3: Dios vino en forma de hombre, en Jesús, para dar testimonio que la eternidad - el cielo sí existe (luego se fue, pero envió a su Espíritu Santo).
Juan 18: 37a. Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido… Verdad 4: Jesús regresará a la tierra para reinar en el milenio (allí ingresarán quienes le obedecieron).
Apocalipsis 21:23-27. Verdad 5: Jesús volverá a la eternidad con todos los que le obedecieron.
3. ENTONCES, ¿QUÉ HACER?
Quizá hoy la sociedad, aunque teóricamente ha escuchado o visto de Jesús también le falte la revelación, es decir, el toque de Dios que quite el velo que oculta la verdad, ello explica por qué arriesgan con tanta facilidad su ingreso al Reino celestial, por ello:
Debemos estudiar la Biblia. Allí conocemos de Dios y de cómo vivir para ir al milenio y al reino celestial.
Debemos pedirle a Dios revelación. Sólo Él puede dejarnos conocer o ver lo eterno, más allá de la lógica.
Debemos obedecer a Dios. Obedecer es hacer lo que Dios dice, dejar de hacer las cosas mal.
José Daniel Dadiso
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